Finalizan las obras de las Dependencias Capitulares que acogerán el Museo, Archivo Diocesano y sala de consultas de la Catedral
La actuación ha significado la mejora de la estructura y la cubierta del edificio, el descubierto de los muros del castillo de San Felipe, la capilla de San Pedro, un nuevo refugio antiaéreo y restos del siglo X
Las obras de las Dependencias Capitulares de la Catedral de Santander para acoger el Museo, Archivo Catedralicio y sala de consultas han finalizado con una inversión de 2,3 millones de euros, financiada por el Ayuntamiento de Santander, el Obispado y el Ministerio de Fomento.
En la visita, han tomado parte el Obispo de Santander Manuel Sánchez Monge; el Dean de la Catedral, José Vicente Pérez; el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla; la alcaldesa de Santander, Gema Igual, así como el consejero de Turismo, Javier López Marcano, y los concejales César Díaz, Pedro Nalda y Javier Ceruti; junto a autoridades civiles y militares.
Enmarcadas en la quinta fase del Plan Director de la Catedral, elaborado por Joaquín González Echegaray y José Luis Casado Soto, las obras han significado no solo la mejora de la estructura exterior e interior, la cubierta y la accesibilidad del recinto catedralicio, sino que han descubierto patrimonio de suma relevancia como los muros de piedra del castillo de San Felipe o Castillo del Rey, la capilla de San Pedro, el refugio antiaéreo de la Guerra Civil ‘Frontón del Cristo’ y restos del siglo X.
“Hoy es un día importante para Santander porque inauguramos unas instalaciones que nos permiten continuar poniendo en valor la Catedral y avanzar en la recuperación del patrimonio histórico y arquitectónico para potenciarlo y hacerlo accesible al público”, ha destacado la alcaldesa, que ha subrayado también la contribución de este proyecto a la mejora del entorno urbano de un enclave tan relevante como es la catedral.
Como ha recordado, el proyecto comenzó en abril de 2019 y tuvo que modificarse para adaptarse a los hallazgos, integrando criterios arqueológicos de la mano de un equipo de arqueólogos encabezado por Lino Mantecón y Javier Marcos, que han logrado identificar evidencias arquitectónicas de una fortificación de la Alta Edad Media.
Concesión del fuero a la villa
“Estos hallazgos han abierto la puerta a una nueva concepción sobre el origen de Santander, sobre 150 años antes de la concesión del fuero a la villa (1.187). La existencia de esta fortificación y una abadía, en torno al año 1.000, indican que el Santander altomedieval tenía más entidad que lo que las fuentes escritas nos trasmiten”, ha subrayado Igual.
Para la regidora, esta actuación abre una puerta desconocida a la Catedral de Santander y supone una oportunidad única para enriquecer la oferta cultural y turística de Santander, ya que permitirá la apertura de un nuevo espacio museístico en el Anillo Cultural, que completará las visitas a la Catedral y a la torre del Centro de Interpretación de la Historia de la Ciudad.
Por último, Igual ha destacado la colaboración del Ayuntamiento y el Obispado, que ha posibilitado hasta el momento la mejora de la esquina nordeste de la Catedral para recuperar un tramo de la calle más antigua de Santander, la de los Azogues; la ejecución de la nueva plaza de Eguino y Trecu; o el proyecto en marcha para renovar la calle Obispo Juan Plaza, a los que se suman iniciativas en otros puntos de la ciudad como el albergue de la calle Limón.
El presidente regional, Miguel Ángel Revilla, ha puesto en valor la importancia de esta “gran obra” que, además de sus usos religiosos, dota a la ciudad de un nuevo equipamiento cultural y se integra en el anillo del que formará parte el futuro MUPAC, junto al Centro Botín, el Museo del Banco Santander o la sede asociada del Reina Sofía en el edificio del Banco de España.
Por otro lado, ha añadido que el hallazgo del muro de San Felipe contribuye a fomentar el conocimiento de la historia milenaria de la capital cántabra, descubrimiento que confirma su relevancia ya en el siglo X, 200 años antes de lo que inicialmente estaba documentado.
“Hay que felicitarse de que se recuperen para el uso público cosas deterioradas que pasan a ser prácticamente eternas otra vez y los ciudadanos de Santander y Cantabria tienen un activo más de los muchos que va a haber en todo este entorno en los próximos años”, ha concluido el presidente
El Obispo Manuel Sánchez Monge ha recordado la contribución del exMinistro de Fomento, Iñigo de la Serna (PP), al proyecto, presentado al 1,5 por ciento cultural. “Presentamos un proyecto que quedó entre los mejores y por eso nos subvencionaron el máximo”, ha añadido.
Según ha destacado, esta obra reunifica los archivos de Santander en unas dependencias óptimas y cómodas para los investigadores, y soluciona además una cuestión que preocupaba al Obispado como es la accesibilidad. “Hemos resuelto también este problema, con un ascensor que alcanza el claustro sin tener que subir ni una escalera”, ha remarcado.
Descripción de las obras
Las dependencias capitulares están ubicadas en la esquina sureste, entre el claustro y la Catedral, en un edificio neoclásico, construido tras el incendio de 1941, con forma de U y parcialmente adosado al único muro que se conserva del antiguo Castillo de San Felipe.
El proyecto elaborado ha materializado un conjunto de actuaciones para poner en valor todo el potencial de estas dependencias.
En primer lugar, ha sido necesario vaciar el edificio y aprovechar la envolvente de fachadas y cubiertas para transformar lo que antes eran tres plantas en cuatro de altura suficiente para los usos previstos.
Para resolver el problema de accesibilidad, se ha llegado hasta la planta baja, aproximadamente siete metros por encima del nivel de calle, mediante un elevador exterior que permite el acceso directo a la planta baja del edificio, donde se alojará el Museo de la Catedral. Además, se ha instalado un elevador con dos paradas, calle y museo, e interiormente se resuelve la accesibilidad con un ascensor interior.
El museo tiene como fondo dominante en todo su espacio, de unos 300 metros cuadrados, el muro del Castillo de San Felipe, totalmente restaurado.
Por este motivo, se ha ganado, por tanto, para el espacio museístico, el actual patio de luces con la instalación de una cubierta acristalada que ha permitido resaltar de forma natural el fondo de piedra.
Las dos plantas superiores se abrirán al público como sala de consulta e investigación y acogerán el Archivo Diocesano, de gran valor histórico y documental con más de 13.500 registros.
Desde la segunda planta se ubica una pasarela que atraviesa el patio y penetra en el muro del castillo, pudiendo acceder desde él hasta la escalera que lo recorre por su interior para llegar a la Torre y a un mirador instalado sobre las cubiertas del conjunto, desde donde divisar el del Claustro, la Catedral, Correos, el Banco de España, el paseo de Pereda, entre otros.