Los trabajos arqueológicos en la calle Los Azogues profundizarán en el poblamiento santanderino
La Junta de Gobierno ha aprobado el expediente de contratación por un presupuesto superior a los 326.000 euros de ejecución de seis meses
El Ayuntamiento de Santander abordará antes del verano los trabajos arqueológicos en la calle Los Azogues, tras la aprobación de su contratación por un presupuesto superior a los 326.000 euros y un plazo de ejecución de seis meses.
Así lo ha informado el concejal de Fomento, César Díaz (PP), quien ha explicado que el proyecto permitirá profundizar en los que quizás sean los primeros restos de asentamiento en Santander, entre la ría de Becedo y la protección del cerro de Somorrostro.
“De esta forma, gracias a esta actuación retomaremos la exploración arqueológica que se inició con motivo de las obras en la esquina noreste de La Catedral”, comentó.
Los trabajos contemplan la pavimentación de la calle, una vez finalizados los trabajos arqueológicos, e incluye la construcción una ventana longitudinal que permita disfrutar de la riqueza de los vestigios encontrados.
Así, el espacio arqueológico se integrará en el diseño determinado para las calles Somorrostro y Los Azogues, con el objeto de realizar una actuación urbanística homogénea.
“Esta intervención permitirá conservar y proteger las estructuras arquitectónicas y restos ancestrales descubiertos en la zona que son de gran relevancia y contribuirán a enriquecer el patrimonio cultural antiguo y medieval de la ciudad”, ha aseverado.
Trabajos arqueológicos realizados
En el marco de las obras de recuperación de la esquina noreste de La Catedral, y a pesar de estar en una fase incipiente del registro arqueológico, se han localizado vestigios arquitectónicos de una fortificación pleno medieval que se trata de un lienzo de muro de gran porte y restos de arquitectura gótica inédita. En este sentido el Consistorio precisa ampliar la excavación y la investigación para esclarecer su función y cronología. Posiblemente se trate de la cabecera o testero primigenio de la iglesia Baja o del Cristo, quizás vinculado con el proyecto constructivo del abad Juan Domínguez (antes de 1218).
Además, se han encontrado vestigios de un cementerio cristiano de cronología medieval, con varias fases de ocupación. Esta necrópolis tiene un potente depósito funerario de elevada riqueza en materiales asociados de época (fragmentos cerámicos, piezas numismáticas, restos de alimentación, ajuares funerarios, litologías alóctonas…).
“Por el momento, no ha sido posible determinar el espesor del paquete arqueológico, pues no se ha llegado al terreno geológico. Este dato explicita la potencia y riqueza del yacimiento”, ha remarcado Díaz.