El rock-metal de ‘Hijos de Púa’ sonará por primera vez en Santoña el día 9 de septiembre
El grupo tocará temas de Metallica, Helloween, Judas Priest, Mötorhead y Ozzy Osbourne, entre otros
Sus componentes aseguran que el rock-metal es algo que tienen en común y les une. Por este motivo y porque les gusta estar sobre el escenario y versionar a otros grupos, en noviembre de 2022 acabaron de formar la banda y se estrenaron ante el público un día 17 de marzo.
‘Hijos de Púa’, un nombre con fuerza y potencia que resume para ellos lo que son y lo que tocan como si de un sinónimo de su música, de su forma de vida y su sentir por el rock-metal se tratará.
Tanto es así que decidieron ocultar sus verdaderos apellidos y los cinco han adoptado ‘Púa’ como un signo de rebeldía, canallismo y privacidad.
Durante bastante tiempo fueron tres integrantes, Nacho y Edu Púa, guitarras, y Carlos de la Púa, bajista, viejos conocidos del panorama musical santoñés. Tras un casting, la banda se completó con Edu Púa, vocalista, y Edu de la Púa, baterista.
De hecho y en broma, indican que podrían haberse llamado los Edus, chiste habitual entre ellos, pero al final se decantaron por ‘Hijos de Púa’, a su entender un nombre directo, fuerte y con intención. “Es toda una declaración de intenciones de lo que se encontrará el público en el concierto. Aquí le tenemos que dar las gracias a Arantza de la ‘Guía Go Cantabria’, ya que fue ella quien nos lo puso”, explicaron.
Siempre fue un proyecto que tuvieron en la cabeza durante años, pero no se pudo materializar por la incompatibilidad con otros grupos musicales y la pandemia.
A los cinco meses de completar la formación, ‘Hijos de Púa’ debutó en Sarón para seguir en la Sala Niágara, Gama, Villafufre, Castillo y Santander, entre otros municipios y localidades.
Fiestas
El día 9 de septiembre, a las 20.30 horas, sonarán en la Plaza de San Antonio, en Santoña, con motivo de las Fiestas de la Virgen del Puerto.
Los asistentes podrán disfrutar de un directo puro, intenso y de calidad, sin trampa ni cartón, avanzan. Su espina dorsal son las bandas más representativas de la historia del metal, como Metallica, Helloween, Judas Priest, Mötorhead y Ozzy Osbourne, nombres que hablan por sí mismos.
Precisamente, los integrantes de la banda inciden en que guardan una línea de flexibilidad musical, siempre dentro de unos criterios, y cumplen con una estructura de canciones cercanas al rock-metal en todas sus variantes.
En su opinión se está viviendo unos años de proliferación de grupos de versiones y todos tocando lo mismo. “Sólo en Cantabria, hay grupos que comparten más de la mitad de sus repertorios, tocan tanto una de Pink Floyd y The Police como una de los Hombres G a continuación. A mí me explota la cabeza”, subrayó Carlos.
Y aunque algún componente tiene temas propios, estas canciones podrían ver la luz en este proyecto o en uno paralelo a ‘Hijos de Púa’.
Tributos
La proliferación de grupos tributo es una realidad hoy en día. ‘Hijos de Púa considera que hay muy buen nivel de tributos, formaciones consolidadas desde hace años en Cantabria, serios y que siempre gusta ver, como Green River (Creedence Clearwater Revival), Vértigo (U2), Pájaros de Barro (El Último de la Fila) o Nothern Straits (Dire Straits).
En Santoña esperan encontrar un público receptivo. Califican el contacto con los espectadores de punto conflictivo allá donde vayas. “Tener un público receptivo y con ganas de pasarlo bien siempre motiva más a un músico, pero el músico siempre tiene que hacerlo bien y no depender si hay público o no lo hay”, matizan.
A su juicio, no debe haber diferencia entre actuar ante 25 personas o delante de 50.000, como suele ser su caso apuntan entre risas. Para ellos, comportarse siempre igual, dependiendo de quiénes y cuántos te vengan a ver, es la diferencia entre un músico y un buen músico y de una banda normal y una gran banda. “La actitud de un músico o banda es fundamental más allá de las aptitudes de cada uno”, señalan.
En cuanto a Cantabria, la banda se muestra tajante y afirman que existen oportunidades para tocar, “pero no para que sigan creciendo y desarrollándose los grupos”.
Desde su punto de vista, detrás de una actuación hay horas de trabajo, ensayo, aprendizaje, dinero invertido en material y mucha ilusión y eso no se ve recompensado en su justa medida. “He conocido bandas que han puesto dinero de su bolsillo por tocar. Eso es lo que no puede ser. Detrás de un simple concierto en un bar, hay muchas horas de trabajo, incluso el mismo día”, reseñan.
Esta formación acaba de dar sus primeros pasos, pero la continuidad y perdurar en el tiempo siempre están presentes. La receta para seguir, “después de tantos años todavía no lo sabemos, cuando mejor está una banda siempre hay alguien que no puede seguir por un motivo o por otro, no pasa nada, se sustituye”, declaran.
A su entender, lo importante es mantener un núcleo fuerte y con ganas de seguir haciendo música, mientras que lo peor es estar en un proyecto musical y no tener compromiso.
De momento, continúan de concierto en concierto y sus planes de futuro pasan por reorganizar el repertorio, los métodos de trabajo, ensayos y mejorar el directo. “Somos una banda joven, no tenemos ni un año de vida. Nos están saliendo los dientes”, aclaran.
Aun así, sus componentes tienen una larga trayectoria, más de la mitad de sus vidas en diversos grupos, lo que les permite hacer una valoración personal de esta experiencia. Han estado vinculados a la música, ya sea en bandas de versiones, temas propios o tributos y no entienden sus vidas si no hay música. “Ni se nos pasa por la cabeza que esto se vaya a acabar algún día. The show must go on”, puntualizan.