“Santoña es un gran destino cultural y el libro pretende dar a conocer su historia desde sus orígenes”, asegura Antonio Ayllón

“Santoña es un gran destino cultural y de forma divulgativa, el libro pretende dar a conocer su historia desde los orígenes”. Así lo asegura Antonio Ayllón Amorós, un periodista que ha dedicado gran parte de su vida, desde los 20 años, a recopilar material, curiosidades e información sobre la historia de su pueblo y desde hace once años se ha dedicado a dar forma y completar su documentación con el fin de publicar ‘Puerto, travesía por la historia de Santoña’.

Y la elección del título tiene su explicación. El autor comenta que ‘Puerto’ fue el nombre que recibió este pueblo al menos desde el siglo IX y fue hacia 1705 cuando se empezó a llamar Puerto de Santoña, una transición que al final desembocó en Santoña en el siglo XVIII. Al mismo tiempo, añade que ‘travesía’ hace referencia al recorrido que realiza por la historia con el fin de explicar y resolver numerosas lagunas.

Asegura que la historia de Santoña siempre le despertó interés y desde los siete años se hacía 1.000 preguntas sobre las ruinas y el patrimonio del municipio que se encontraba a su alrededor.

Fruto de su fascinación por el pasado de esta villa y consciente de las lagunas existentes en muchas etapas de su historia, este santoñés de 48 años quiere contribuir, creando un hilo narrativo de relación entre algunos hechos que tuvieron lugar, a que sus habitantes e interesados conozcan su historia desde la Prehistoria.

Precisamente, un hacha de Neardenthal, primer vestigio que se conoce de la ocupación humana en Santoña y encontrada a principios de los años 80 en las cercanías de la Casa de la Leña, en el Monte Buciero, sirve al autor para introducir al lector en su rica y extensa historia.

Como resultado de este libro de recopilación e investigación, acompañado de un trabajo de campo, han visto la luz dos volúmenes de cerca de 500 páginas cada uno, ilustrados con 980 imágenes entre fotografías, documentos, planos, uniformes de atacantes y defensores de Santoña e incluso cartas portulanas.

El primer volumen abarca desde la Prehistoria hasta 1814, la época de Napoleón, y el segundo comprende desde el bloqueo y capitulación en 1823 a las tropas francesas hasta el año 1942.

De forma paralela, las páginas de este libro recogen biografías de 100 marinos y mercantes desde el siglo XIII al XX, 24 de personajes del siglo XIX y 11 de combatientes de la Guerra Civil.

Fortificaciones

Y tampoco se olvida este licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad del País Vasco de dar a conocer siete fortificaciones napoleónicas que han permanecido más de 200 años ocultas, entre ellas una batería y una nueva Atalaya, más dos cuevas con ocupación humana al final del Paleolítico o la caverna en la que los franceses se surtieron de agua en el ataque de 1639.

Asegura que la digitalización de los archivos ha facilitado la labor investigadora y el trabajo. He hecho ha consultado numerosos documentos en la Hemeroteca de la Biblioteca Nacional de España, el Archivo Histórico Vasco, el Archivo Nacional Francés Gallica, donde se encuentra, del siglo XV, la primera representación de la montaña de Santoña; un documento de 1634 en el Archivo Nacional Austriaco, así como un plano del segundo ataque más importante a la villa en el siglo XVIII al que accedió en un archivo provincial en Inglaterra. Y como documento físico, Ayllón recuerda el libro ‘Santona o Santonia’ que consultó en la Biblioteca Central de Cantabria.

También, este periodista santoñés incide que algunas de las imágenes que ilustran los textos han sido cedidas por los museos de Cantabria y destaca la aportación realizada por vecinos de Santoña, como es el caso de monedas romanas que forman parte del contenido de ‘Puerto, travesía por la historia de Santoña’.

“Es un trabajo donde no he querido posicionarme ni dignificar ningún acontecimiento histórico. Es un trabajo periodístico en que se cuentan los hechos”, aclaró Antonio Ayllón.

Como resultado de las horas dedicadas, los interesados podrán conocer una extensa parte de la historia de Santoña, desde sus orígenes, pasando por temas sobre los que se ha publicado poco o acontecimientos históricos que nunca se han asociado a este pueblo. Como ejemplo, su autor, relata la presencia de submarinos alemanes en la Primera Guerra Mundial, donde los torreros del Faro del Caballo fueron testigos del hundimiento de un barco mercante en 1917 por uno de estos submarinos.

Otra característica del libro que le diferencia de otras publicaciones sobre Santoña es la gran aportación arqueológica que recoge sus páginas desde la Prehistoria hasta la Guerra Civil, como monedas medievales de plata de los Reyes Católicos o botones carlistas y de las fuerzas liberales que defendían la villa.

Partido turístico

Desde su punto de vista “a la historia de Santoña se le puede sacar infinitamente mucho más partido desde el punto de vista turístico”. Considera que el Museo de la Anchoa aportará conocimiento sobre un sector importante para el municipio, donde el libro también dedica un hueco, pero considera que en cada metro del paseo al Faro del Caballo o desde el puerto pesquero al fuerte de San Martín existen vestigios que explican el pasado santoñés. En definitiva y a su juicio “conociendo la historia se podría sacar más partido a un paseo por Santoña.

La casa más antigua del pueblo, el pasado de la calle Alfonso XII o el primer grabado en un hueso, la ilustración de un libro del siglo XIX sobre la muerte de Juan de la Cosa en Turbaco, en Colombia, en 1510 a manos de los indios, así como grabados encontradas en las paredes de cuevas santoñesas forman parte del contenido de esta investigación.

En su opinión, la Peña del Fraile es una de las claves de la historia de este pueblo, es un señalizador geográfico del mejor puerto con condiciones naturales en toda la costa norte y hay cuevas del Paleolítico en su entorno, como la Fragua, que tiene relación con la historia inglesa y donde tuvo lugar un ritual y enterramiento humano hace 4.000 años. A ello añade que es una zona donde fondeaban numerosas naves, romanas, medievales, e incluso el arzobispo de Burdeos tuvo presencia con 200 navíos.

De forma paralela a la preparación de este trabajo, Antonio Ayllón, a título personal y de forma altruista, ha realizado visitas guiadas por el Monte Buciero para difundir el patrimonio arquitectónico a los alumnos de los colegios Juan de la Cosa y Macías Picavea, y ha impartido 24 clases, en 2018, sobre la historia local en el instituto de enseñanza secundaria Marqués de Manzanedo, de Santoña.

Y no podía faltar la presentación. La Casa de Cultura de Santoña acogerá el viernes, día 22 de abril, a las 19.00 horas, este acto, donde Antonio Ayllón realizará un recorrido y un resumen por los diferentes acontecimientos, acompañado de un trabajo audiovisual.

El siguiente paso será intentar presentar el trabajo en otros municipios y conseguir su publicación, 300 ejemplares de cada volumen, en el mejor formato y de la forma más económica posible. “He intentado autopublicarlo, pero es complicado, me he encontrado puertas cerradas”, desvela.

El periodista santoñés ha agradecido al Ayuntamiento que le permita dar difusión a su libro ante los vecinos de su pueblo y por supuesto sentiría una gran felicidad el ver colmado estos años de trabajo y el tiempo dedicado con la publicación de ‘Puerto’ y hacer llegar a los lectores muchas historias no contadas y curiosidades.

“Si un par de viejecitos comentan algo sobre el libro y llega a los niños y jóvenes, eso será el éxito”, concluyó Antonio Ayllón.