Argoños sufre actos vandálicos, el último una palmera de madera del parque infantil arrancada del suelo
El alcalde, Juan José Barruetabeña (PP), denunció el suceso en la Guardia Civil y realizará gestiones para colocar cámaras de vigilancia
El patrimonio y el mobiliario urbano del municipio de Argoños ha vuelto a sufrir un nuevo acto de vandalismo, el último en una palmera de madera del parque infantil situado junto a la pista polideportiva cubierta y que ha sido arrancado del suelo esta noche.
Así lo explicó el alcalde, Juan José Barruetabeña, quien indicó que el suceso se ha denunciado en la Guardia Civil y ante los sucesivos destrozos que se han realizado en el municipio su intención es realizar gestiones ante la Delegación del Gobierno para instalar cámaras de vigilancia.
Esto no es nuevo solo en Argoños, municipios como Ribamontán al Mar, Meruelo o Torrelavega han optado por esta iniciativa.
El regidor municipal indicó que han debido ser varios los que han cometido este acto vandálico, dado que el accesorio del parque infantil es una estructura de madera anclado en el suelo que tiene forma de palmera y que contaba con un mirador, rampa y permitía la escalada de los niños.
“Ahora se perjudica a cerca de 100 niños que están inscritos en las actividades deportivas y de ocio que no podrán disfrutar de este accesorio”, señaló.
No es la primera vez que Argoños sufre actos de este tipo. Recientemente, los empleados municipales encontraron cristales rotos en la parte trasera de la Casa Consistorial que, supuestamente, fueron estampados contra la fachada del Ayuntamiento tras la celebración de un botellón.
Robo
Igualmente, hace unos días el alcalde recordó que han robado el pájaro flamenco de hierro, ubicado junto al Centro Juvenil El Pico y símbolo de las Marismas de Santoña, Victoria y Joyel, mientras que también se han roto las barandillas de madera de la carretera del Gromo.
Son varios los destrozos que se han cometido en Argoños que hace dos años, el alcalde, ante los continuos destrozos en el parque infantil del barrio de La Hoya, donde incluso arrancaron el suelo de goma, se vio obligado a desmantelar esta zona de ocio con el consiguiente perjuicio a los niños.
“Los actos vandálicos suelen ser los viernes, sábados y domingos y aunque entiendo que la juventud se divierta deberían respetar el patrimonio y el mobiliario urbano para no perjudicar a los vecinos y niños, a lo que hay que sumar el gasto de dinero público en reparar los destrozos”, explicó Juan José Barruetabeña.