El PRC, en contra, y abstención del PSOE en una propuesta vecinal para declarar San María de Cayón zona de exclusión eólica

El Grupo municipal votó en contra y el PSOE se abstuvo en una propuesta vecinal para declarar Santa María de Cayón zona de exclusión eólica que solo apoyó el PP

La propuesta recoge que el Pleno del Ayuntamiento de Santa María de Cayón se oponga a la construcción e instalación polígonos eólicos, así como de cualquier otra instalación asociada a tal fin.

Además, que el Consistorio se muestre contrario al desarrollo industrial eólico en su municipio y colindantes en el caso de que produzca impacto ambiental

Asimismo, el Pleno del Ayuntamiento, presidido por María del Pilar Río (PP), acordó solicitar al Gobierno de Cantabria incluir al municipio como área de exclusión para la instalación de polígonos eólicos y redes eléctricas asociadas teniendo en cuenta la biodiversidad, calidad paisajística, suelos de alto valor agrológico y territorios de alto valor patrimonial o etnográfico.

Y para finalizar el Pleno municipal informará de la resolución de la presente propuesta a la Dirección General de Biodiversidad y Calidad Ambiental, Subdirección General de Evaluación Ambiental y al Ministerio para la Transición Ecológica.

La propuesta argumenta que los parques industriales eólicos propuestos en Cantabria supondrían el fin de un área paisajísticamente bien conservada, con las implicaciones ecológicas e incluso de pérdida de calidad de vida para sus habitantes.

De forma general estos proyectos no respetan la distancia apropiada para la colocación de aerogeneradores alejados de núcleos urbanos o viviendas, estando situado en varios casos a distancias inferiores a 2 kilómetros, lo que implica un riesgo importante para la seguridad e integridad de las personas y un impacto acústico y paisajístico insoportable para vivir con dignidad, acelerando la despoblación de nuestro municipio.

El proyecto mencionado tiene un impacto directo sobre los usos ganaderos, hábitat de fauna y paisaje en su explotación, así como un impacto mayor a todo el valle generado por las actividades de construcción y transporte de materiales

Igualmente, afecta a acuíferos y manantiales, así como a especies de fauna y flora protegidas, y especialmente a especies sensibles de aves y quirópteros.

La propuesta vecinal hace hincapié en que estudios económicos de la Universidad de Salamanca sobre la implantación de polígonos eólicos en entornos rurales determinan que supone una devaluación del 30 por ciento del valor de las viviendas.

“Estas instalaciones no tienen como objetivo la soberanía energética del territorio, sino que son acciones especulativas con carácter extractivista y destinada a la exportación en detrimento de una eficiencia energética real, siendo necesarias grandes redes de distribución de energía a los centros de consumo”, se plasma en la propuesta.

Los vecinos no se olvidan a la hora de denunciar la inexistencia de información y participación previa de los afectados e interesados que exige el convenio de Aarhus, así como la falta de una evaluación ambiental estratégica que determine los impactos uno a uno y sinérgicos de todos los proyectos eólicos previstos.

Los vecinos alegan que son conscientes de la Emergencia Climática, conocedores de que es solo un aspecto de una crisis global que incluye la pérdida de biodiversidad, pérdida de suelo fértil y escasez de agua.

En el contexto actual, la Unión Europea demanda a cada Estado miembro la elaboración de un Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030, cuyos objetivos son avanzar en la descarbonización, sentando unas bases firmes para consolidar una trayectoria de neutralidad climática de la economía y la sociedad en el horizonte 2050. El objetivo del Plan a medio plazo es lograr una disminución de emisiones de, al menos, el 20 por ciento respecto a 1990 en el año 2030.

Estos objetivos se deben alcanzar con una integración armónica con el Plan Estratégico de Patrimonio Natural y la Biodiversidad que establece metas, objetivos y acciones para promoverla conservación, el uso sostenible y la restauración del patrimonio natural y la biodiversidad.

Si bien, es necesario reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, los vecinos firmantes de la propuesta abogan por una Transición Ecológica justa en la que la consecución de estos objetivos no conlleven la industrialización del territorio rural y con ello la pérdida de nuestro patrimonio natural y cultural.