Muchas veces me han hecho esta pregunta y siempre digo que no es necesario pero sí recomendable, al menos en el país en el que vivimos.
Muchas veces me han hecho esta pregunta y siempre digo que no es necesario pero sí recomendable, al menos en el país en el que vivimos.
En la presente ocasión nos interesaría reflexionar sobre un derecho y valor intrínseco fundamental, indiscutiblemente importante y globalmente despreciado de manera persistente y sistemática: la dignidad.
-Buenos días, vengo por el puesto de televisión.
-¿Titulación, por favor?
-Soy licenciada en mi madre.
-No se hable más, todo suyo, felicidades.
El consejero de Sanidad del Gobierno de Cantabria, Miguel Rodríguez (PSOE), anunció que se va, dimite y deja su cargo a falta de un año y tres meses para acabar la legislatura.
El sentimiento imperialista, zarista y genocida de Putin, el exterminador ruso, ha desplegado sus alas del ángel negro para terminar con una población que le ha dicho NO a su invasión, reaccionando como únicamente sabe, entrando como un elefante en una cacharrería aniquilando todo lo que ve en su camino.
En ocasiones previas hemos tenido la oportunidad de reflexionar en torno al régimen de verdad global e imperante denominado “post-verdad” y sus patéticas y nocivas consecuencias en diversos ámbitos.
“Yo quiero ser una chica youtuber, como Pepi, como Luci, como Bom, venderle al Garbo mis secretos de alcoba, ponerme luto por un matador... “
Una de las frases más célebres del novelista y reformador ruso Lev Tolstói viene muy oportuna en estos días: “Para los historiadores los príncipes y los generales son genios; para los soldados siempre son unos cobardes”.
Cuando estábamos en el principio de esta maldita pandemia y con la incertidumbre que esto generaba todo el mundo aseveraba que íbamos a ser mejores personas y más solidarios.
La valentía. Siempre admiré a los valientes, a los que se atreven con todo y avanzan decididos buscando su lugar.
Así es, querido Sancho, con la iglesia hemos topado y nos ha llevado por delante como a un rebaño de ovejas que no ve más que lo que le manda el que lleva la vara.
Lo que ha ocurrido a nivel mundial en los últimos dos años ha impactado en todos los ámbitos de nuestra vida, y cómo no, ha tenido sus consecuencias en el mercado laboral. De pronto el mundo se paró.
Cuando se acercan estas fechas de febrero se nos pone el corazón de alcachofa, nos sube el azúcar y nos volvemos sensibleros. Pocos saben la causa de tanto descontrol hormonal.
Llegó la Navidad al Café Risk 007 y con él una copa de balón que teñía de azul pajizo una parte del mostrador donde Ágata, una antigua vedette de los esplendorosos años del Moulin Rouge, apuraba su último trago saboreando la esencia del enebro con el anís estrellado que ondulaba sobre su Gin-Tonic.
Jugar en la Selección Española de Fútbol se ha vuelto muy complicado en los últimos años, dada la calidad de los futbolistas de este país en las diferentes líneas del campo, portería, defensa, centro del campo y delantera.
En la presente oportunidad quisiéramos invitaros a reflexionar en torno al concepto griego de “Eudaimonía”, también conocida como “felicidad”, y definida por la RAE como “estado de satisfacción debido generalmente a la situación de uno mismo en la vida”.
El fenómeno de las miniseries ha cosechado un gran éxito entre los amantes al cine y se han instaurado, gracias a ciertas plataformas, en las pantallas de los televisores de nuestras casas.
En la presente nota intentaremos ofrecer una reflexión en torno a un absurdo garrafal que atraviesa nuestra cotidianidad desde tantos puntos de vista que es ridículamente tosco siquiera escuchar en nuestro tiempo algo que tenga que ver con un anclaje empírico con una realidad tácita que nos interpela completamente.
Cuentan que unos sabios eruditos venidos del Antiguo Oriente, vestidos con sus ricos ropajes persas, buscaban a un niño por Belén para adorarle, pero se equivocaron de portal y entraron en el de Brian.
Hoy soñé que asistía a la ceremonia de entrega de los premios Nobel de la ciencia y me lo concedían gracias a mi descubrimiento, el cual había servido para terminar de golpe y porrazo con el virus de la gripe: la mascarilla.