“A unos, los excitaba Ares; a los otros, Atenea, la de los
brillantes ojos, y a entrambos pueblos, el Terror, la
Fuga y la Discordia” (Fobos, Deimos y Enio).
Homero, La Ilíada (Canto IV, verso 440)
“A unos, los excitaba Ares; a los otros, Atenea, la de los
brillantes ojos, y a entrambos pueblos, el Terror, la
Fuga y la Discordia” (Fobos, Deimos y Enio).
Homero, La Ilíada (Canto IV, verso 440)
Bueno, bueno, lo que hacía que no encontraba un canal en donde reírme a pierna suelta y donde analizar el salseo con un humor negro que ni el de André Bretón, que fue el que acuñó el término en cuestión.
El tema de la fidelidad me persigue desde que escribí un artículo en una red social sobre una escena que vi en un programa de televisión, donde una joven se rasgaba las vestiduras porque su novio la había dejado y creía que era el fin del mundo.
"Culpar a otros de nuestras desdichas es una muestra de ignorancia;
culparnos a nosotros mismos constituye el principio del saber;
abstenerse de atribuir culpa a otros o a nosotros mismos,
es muestra de perfecta sabiduría"
Epicteto
El ser humano cuenta con un listado interminable de talentos espectaculares y de miserias aborrecibles.
Lo peor de este mundo es nacer ciudadano, sin más oficio ni beneficio que ser útil solamente cuando la cola se le ve al diablo para que votes en favor de unos pocos y estos se lleven el conejo al prado.
Anden con ojo que esto es serio, más de lo que imaginamos y no es broma, que ahora ser usurpador de la profesión es algo que lo tomamos a la ligera y no es tal cosa.
Comúnmente entendemos por “desidia” a la actitud que denota carencia de voluntad o descuido por inatención al momento de realizar una actividad.
Hagan cola, señores, no importa el tiempo que tarden en entrar, lo importante es comprar y que la idiotez extrema nos inunde como si fuéramos atolondrados.
Es posible que sean dos de las historias más investigadas y con más iconografías conocidas y, como suele ocurrir, se mezclan la mitología y la leyenda con la realidad.
En un célebre artículo del New York American titulado ‘El triunfo de la estupidez’, el filósofo británico Bertand Russell nos legó un pensamiento que hasta nuestros días nos da qué pensar que versa así:
“¿Y tú de quién eres? De Marujita.
¿Y tú de quién eres? De Josefita, le dije yo a la vieja”
Que se aparten los hombres que han marcado tendencia en deseos sexuales porque ha nacido una nueva estrella.
Si tuviésemos que hacer una referencia inmediata acerca de la premiación más mediática de la historia del cine, intuitivamente recordamos un cachetazo y un sinnúmero de interpretaciones y connotaciones sobre el mismo.
Nunca supe lo que de verdad significa el ridículo hasta que me di cuenta de que aquella equivocación fue un aprendizaje, el mismo que mostró al mundo cómo cada cual puede disfrutar de sus propios errores.
Agárrense que llegan curvas. Así, con el viento contracorriente, comenzamos a escribir lo que nos chirría desde lo más profundo de una mandíbula que se niega a masticar lo que no es comestible.
Muchas veces me han hecho esta pregunta y siempre digo que no es necesario pero sí recomendable, al menos en el país en el que vivimos.
En la presente ocasión nos interesaría reflexionar sobre un derecho y valor intrínseco fundamental, indiscutiblemente importante y globalmente despreciado de manera persistente y sistemática: la dignidad.
-Buenos días, vengo por el puesto de televisión.
-¿Titulación, por favor?
-Soy licenciada en mi madre.
-No se hable más, todo suyo, felicidades.
El consejero de Sanidad del Gobierno de Cantabria, Miguel Rodríguez (PSOE), anunció que se va, dimite y deja su cargo a falta de un año y tres meses para acabar la legislatura.